Amigos para siempre

Ya es una noticia un poco vieja esta que os voy a comentar, pero es que cada vez que he intentado ponerme a escribir sobre ella y habrán sido como unos 4 intentos, me entraba una congoja tremenda y tenía que dejarlo. En fín, hoy estoy lleno de cinismo y mala leche así que aprovecharé a terminar este posts antes de que me vuelva a pillar un llorera.

Kevin McClain era un indigente que paso los últimos años de su vida en compañia de Yurtie, una pastor alemán que le dio todo el cariño y compañia que Kevin necesitaba, hasta el día que diagnosticaron un cancer terminal (ojos vidriosos ahora mismo). Tuvo que dar en adopción a su mejor amiga ya que sus estancías en el hospital no le permitían cuidarla. En su último ingreso por urgencías y ante un final inminente pidio al ATS que le trajeran a su amiga Yurtie. Kevin tuvo la fortuna (o igual fue el destino) de que su ATS fuera Jan Erceg que es voluntario en el refugio canino en el que estaba Yurtie. Con la descripción de Kevin, Jan encontro a Yurtie y movio todo el papeleo para conseguir que el hospital permitiera a Kevin y a Yurtie pasar sus últimas horas juntos. Kevin pudo así despedirse de su mejor amiga antes de pasar a mejor vida

De todas las historias de amor y fidelidad entre un hombre y perro, esta es la que más hondo me ha calado y sin necesidad de grandes hazañas  o heroidicidades o por una fidelidad más haya de la muerte. Es simple y sencilla y no necsita ningún aderezo especial.Y ahora mejor acabar antes de acabar sollozando como una niña.

Fuente: elparadigmadelaverdad.com

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amor perro, cariño