Hoy en día es suficiente con ir a cualquier supermercado a comprar la comida necesaria para nosotros y nuestras familias, pero esto no era así antes del comienzo de la civilización.
En tiempos prehistóricos, el hombre tuvo que buscar su propio alimento junto a su familia con la caza de animales.
En la búsqueda de sus alimentos tenían que moverse de un lado a otro para encontrar a sus presas, a estos hombres se les llamaban nómadas.
Esta tarea no fue para nada fácil, ya que se necesitaba compromiso y una buena estrategia.
Entonces te preguntaras, ¿Qué animales cazaban en la prehistoria los primeros humanos?
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Como se alimentaban los nómadas en la prehistoria
Al principio, la dieta del hombre antiguo se basaba principalmente en frutas y verduras, posteriormente, con el predominio del fuego, las posibilidades se ampliaron considerablemente.
Desde el descubrimiento del fuego, el hombre ha tenido la oportunidad de preparar su propia comida y comer de una manera diferente, mucho más sustancial.
Sin embargo, el desarrollo de habilidades para la caza de animales silvestres se volvió fundamental.
El hombre para cazar aprendió a trabajar en equipo, pues salía a cazar en grupo; también aprendió a elaborar armas y una gran variedad de señales de la naturaleza, para facilitar el hallazgo de sus presas.
Mamíferos grandes que cazaban los primeros humanos
El hombre fue tras grandes animales como los que podemos ver a continuación y muchos otros de los que se alimentaron.
- Mamuts: Uno de los animales más grandes que cazaba el hombre prehistórico. Lo debían de cazar en grupo por sus grandes dimensiones.
- Vacas: Los nómadas empezaron a cazarlas, pero con el tiempo descubrieron que eran dóciles y empezaron a utilizarlas para obtener su leche para su consumo.
- Ciervos: Este animal es muy astuto y solían salir en grupos grandes para ir a cazarlos.
- Osos: Los cazaban en grupo ya que estos animales son muy agresivos, aprovechándose en sus horas de sueño para rodearlo y poder cazarlo mas fácilmente.
- Tigres y leones: Los mas difíciles de cazar, ya que suelen vivir en manadas y debían esperar a que estuvieran apartados de su manada para darles caza.
Pero también fueron tras pequeños animales como conejos, liebres, peces y una gran variedad de aves.
Después de cazar estos animales, el hombre procedió a prepararlos de la forma más adecuada para su consumo, esto incluyó la limpieza, corte de piezas (en el caso de animales grandes) y cocción.
Además, la caza de los animales no se limitaba a fines alimenticios.
El hombre hacía todo lo posible para aprovechar al máximo todo lo que obtenía de los animales.
Por ejemplo la piel de los osos, tigres, mamuts, leones y otros animales; eran muy preciados para aprovechar su piel para confeccionar las vestimentas que los protegieran de las condiciones ambientales.
Así mismo, iban tras algunos animales como el mamut, el ciervo y el tigre para aprovechar sus colmillos o cuernos, para la construcción de armas que los ayudaban a cazar a otros animales.
El hombre desarrolló la capacidad de construir las herramientas adecuadas para matar a su presa y adquirió formas de ataque específicas para el tipo de animal o la zona en la que vivía.
El legado del hombre prehistórico en la alimentación
Sin duda la caza se ha vuelto imprescindible para la vida. En este período el hombre descubre su gusto por la carne de los animales y se sientan las bases de las preferencias de la civilización futura.
Desde entonces, se han cazado los animales que aún comemos, como patos, gallinas, conejos, vacas, caimanes, cerdos, entre otros.
Aunque a día de hoy existen empresas que se dedican a la cría de animales y no es necesario cazarlos.
Durante la prehistoria, el homo sapiens logró descubrir qué carnes eran favorables para su organismo, sentando las bases de costumbres gastronómicas fundamentales.
Gracias a la experimentación de aquellos hombres de la prehistoria, hoy tenemos la variedad de alimentos que podemos degustar.
